Te espero vestida de lunares. Hoy es de esos días que espero nuestro encuentro con impaciencia, porque acudes al baúl de los tiempos a por tu traje de gitana, ese que permanece inmutable a los gustos y a las modas.
No encuentro el momento de volver a ti, de brindar por ti a la luz de una copa de los finos de nuestra tierra. Me consume esa espera, de poder cogerte del brazo y pasear por el real mirándote a los ojos, que en definitiva son los ojos de cada uno de mis paisanos alcalaínos.
Si hasta la prisa me invade y no encuentro el momento que ese primer rajeo de guitarra nos llame al baile por sevillanas... y cuando tú, Alcalá, te haces cante y baile por sevillanas, dibujas en el aire la alegría en cada lance, te vuelves pasión, compás y arte rematado por la belleza cincelada de las mujeres que te habitan.
Otra vez es Viernes de Feria, de otra feria más, aunque mi memoria me lleve a esos viernes de feria de mi infancia, aquella en la que tú y yo comenzamos a enamorarnos sin medida, hasta tal punto de sentirme como un "gazul" más, aunque mi primera luz de vida la viese a kilómetros de tus dominios.
Ya ha llegado el momento. Recógete el pelo a la antigua, adorna tu cabeza con la peina y los peinecillos, coge tu mantoncillo de alegría y ponte el traje de gitana, que te espero vestida de lunares.